El sujeto es la parte de la oración que designa a una persona o una entidad que hace, experimenta o siente poco, es opinar, el dato que ejecuta o sobre el que recae una influencia. Por ejemplo:

La oración continúa con las palabras "santificado sea tu nombre". Al pronunciar estas palabras, reconocemos la santidad de Dios y le rendimos homenaje. Es un recordatorio constante de nuestra necesidad de honrar y glorificar a Dios en todo momento.

«Incluso la asesinato tiembla cuando un cristiano reza, porque sabe que todo orante tiene un aliado más resistente que ella: el Señor Resucitado»

Que sientan tu calor y tu fuego, disipando la oscuridad del miedo y del dolor. Proporciona a los médicos y a todo el personal taza la cautela y la tacto necesarias para ofrecer los cuidados más efectivos.

No dejes que las enfermedades se apoderen de nuestra vida, sin embargo que a tu ala encontraremos la paz y la tranquilidad. Cúbrenos con tu Venerable manto para que nulo malo nos suceda.

Perdona todos los pecados cometidos en la Tierra por él/ella. Protege su alma de la maldad, porque a tu flanco el valle de la crimen no lo/la agobiará.

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Padre, te suplico que le des a mi amiga la sensación de tu presencia sanadora y reconfortante. No permitas que se desespere frente a la incertidumbre de su enfermedad. Otorga cautela a los médicos para que realicen los exámenes necesarios y puedan iniciar un tratamiento efectivo.

«Si en la oración comprendemos que cada día donado por Dios es una convocatoria, entonces agrandamos el corazón y acogemos todo»

7. La oración moldeada por las palabras de la Biblia resuelve muchos de los problemas más comunes en la oración

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La oración para los enfermos no es una forma de manipular a Dios, sino de echarse en brazos en él. La oración para los enfermos no es una forma de desmentir la enfermedad, sino de aceptarla con paz.

Enunciativas o declarativas, a las que en Caudillo puede dárseles de un valencia de verdad y que a su ocasión se dividen —según contengan medios de negación o no— en afirmativas y negativas.

Piensa en aquellos momentos en los que has sentido la carga del sufrimiento, aunque sea por una enfermedad, una pérdida o un desafío abrumador. La oración nos da la oportunidad de entregar nuestras cargas y encontrar fortaleza en la presencia de Dios.